¿Puede la soberanía digital europea contribuir a la fragmentación de Internet?

Se ha celebrado en Triestre los días 20 a 22 de junio la reunión de EuroDIG (European Dialogue on Internet Governance). Uno de los temas más debatidos en este encuentro ha sido el peligro de la fragmentación de Internet en la coyuntura actual y cómo las acciones de los distintos agentes que puede influir en ella.


En la sesión sobre “Digital Sovereignty – is Europe going in the right direction to keep infrastructure secure and open?” moderada por David Frautschy, y que contó con la participación de Johannes Thumfart, Andrea García Rodríguez, Florence G’Sell, y Jaromír Novák se habló sobre cómo algunos países están usando el termino soberanía digital para justificar adquirir control sobre Internet. Cada vez hay más involucración por parte de los gobiernos y las instituciones europeas, estableciendo puentes con la academia y con las instituciones privadas. Se habló de como necesitamos alianzas estratégicas para conseguir soberanía digital, y como necesitamos reconocer que Europa no puede tener un ecosistema aislado y sostenido solo por ellos, sino que tiene que buscar una cadena global. Se comentó como la soberanía digital implica dos preocupaciones para Europa, la influencia de los países terceros y la dependencia en la tecnología extrajera (AI, IoT, 5G). Europa ha tratado desde hace años reducir la brecha de inversiones y proteger los datos de los ciudadanos, adaptando la industria y tecnología europeas al entorno competitivo a través de diferentes iniciativas como GaiaX, el compás digital, y la década digital europea. Se comentaron tres nociones de soberanía digital, la china denominada soberanía de la información y que implica censuras, la rusa que implica la localización de la información y de los datos, y la europea que se basa en la regulación de las plataformas de países terceros para promover las PYMES europeas. No obstante, uno de los problemas identificados es la diversidad de regulaciones regionales que en algunos casos se contradicen con las regulaciones a nivel europeo. Se trató el tema del colonialismo digital, y como no son las empresas americanas las que generan problemas de soberanía en Europa sino la falta de inversiones y de infraestructuras dentro de Europa. Además, se comentó como Europa ha ignorado otras regiones de innovación, y que debido a que se tratan de países independientes, cada uno busca mejorar su propia competitividad. Se comentaron los riesgos de una mala implementación de la regulación, poniendo como ejemplo la regulación de Inteligencia Artificial y la regulación de las cookies, que en ciertos casos pese a tener buena intención se puede alejar de la realidad del momento.


Hay un resumen completo del EuroDIG preparado por IGF Spain en el siguiente enlace.

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