GDC – AI: Un gran poder conlleva una gran responsabilidad

El viernes asistimos a la sesión sobre Inteligencia Artificial y otras tecnologías emergentes. En la que pudimos escuchar a expertos, representantes de varios países, empresas y organizaciones.

Introdujeron la sesión Gary Marcus, profesor emérito de NYU, Francesca Rossi, investigadora, y Gabriela Ramos, representante de UNESCO. Estos establecieron un marco para la sesión que siguieron el resto de oradores. La Inteligencia Artificial trae consigo numerosas ventajas sociales, políticas y económicas, pero pone en riesgo la privacidad y aumentar la brecha digital. Viendo el potencial que tiene, y a la velocidad que se está desarrollando, no podemos dejar que tecnologías con tanto impacto se desplieguen sin una regulación bien definida. Temas como la transparencia, responsabilidad, ética e inclusión tienen que estar presentes en las discusiones sobre IA. Gobiernos, empresas tecnológicas, la comunidad académica y el resto de la sociedad deben colaborar para conseguir una gobernanza “multistakeholder” sobre las tecnologías emergentes. Hay que asegurar una visión humana de las tecnologías para fomentar la confianza en la tecnología.

Junto a más de 230 participantes pudimos escuchar opiniones diferentes sobre las nuevas tecnologías, aunque la mayoría estaban de acuerdo en algunas bases que resumimos a continuación:

– Las nuevas tecnologías traen consigo muchos beneficios, y hay que asegurarse que todos puedan disfrutar de ellos. La IA debería cerrar la brecha digital, no ampliarla más. Todos los estados deben colaborar para ayudar a los países en vías de desarrollo a no quedarse atrás.

– La tecnología debe tener un enfoque humano, promover los derechos humanos y tener una base ética. Es por ello que temas como la transparencia, responsabilidad, privacidad y sostenibilidad tienen que estar presentes al desarrollar y desplegar las nuevas tecnologías. Sólo así se podrá aumentar la confianza en ellas.

– La regulación de la IA no debe estar en manos de una sola entidad. Todos los “stakeholders” deben estar representados. Tanto si es una organización ya existente, como las naciones Unidas, o el IGF, o una nueva. Debe haber un organismo que incluya, representantes del gobierno, empresas tecnológicas, sector privado, comunidad académica y sociedad civil que establezca unas bases comunes para regular. Aunque cada país establezca leyes individuales para proteger a sus ciudadanos, deben estar sujetas a una regulación común

– Muchos países ya están desplegando regulaciones, propias o colaborando. Esto marca un ejemplo de cómo pueden actuar el resto y abre las puertas a la cooperación internacional. Esto debe estar respaldado por las Naciones Unidas y el GDC debe ser una plataforma donde todos puedan colaborar

– Hay que promover la investigación internacional. Aunque ya se está desarrollando con una rapidez impredecible, la comunidad académica debe asegurarse que las tecnologías emergentes se desarrollan con unas bases humanas.

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